A esta planta aérea le gusta la baja montaña del sur de Europa y los suelos calcáreos, teme el frío y está dotada de flores de un color violeta pálido dispuestas en espigas laxas, en la punta de tallos largos. La floración y recolección son más tardías que las de la lavanda.
El espliego proporciona un aceite esencial denominado “de urgencia”, ya que será “milagroso” para aliviar y curar de manera casi instantánea las quemaduras graves y las picaduras de avispa. Si se da el caso de haberlo necesitado en estas circunstancias, habrá quedado demostrado que la aromaterapia es una medicina en toda regla.
Composición
Lavandula latifolia. Moléculas aromáticas: 1,8 cineol, linalol, alcanfor
Parte destilada: sumidad florida
Modo de empleo
Via oral: 2 gotas mezcladas con miel, aceite de oliva o azúcar debajo de la lengua.
Via tópica: de 3 a 6 gotas sobre la zona afectada.